Necesitamos conectarnos al lugar que habitamos. No somos turistas coreanos.
Tan individualizados estamos que, en nuestra propia vida, parecemos exiliados.
Y basta ya de pareados.
En clave de agitadores culturales, intentamos conectar -y conectarnos- a diversos agentes sociales, barriales o artísticos, de diferentes ámbitos.
Como mínimo, queremos proponer marcos o escenarios donde se promuevan complicidades y alianzas de toda índole.
De esas conexiones, nacen los vínculos que generan Entornos Afines.